ACCIONES DESTACADAS
EL VIAJE DE LA PIEDAD
POR UNA PERSONA MUY ESPECIAL
En diciembre de 2017, tuve el honor de entregar la obra “La Piedad” a su santidad, el Papa Francisco, en la Domus Sanctae Marthae (Casa de Santa Marta) en el Vaticano, donde pasó a formar parte de la Colección Vaticana. Este momento no solo fue un hito en mi carrera, sino también una experiencia profundamente emocionante y personal.
“La Piedad” fue una obra que creé con una dedicación especial en mi corazón. En un momento de reflexión, y tras la perdida de mi madre, me pregunté: “¿Dónde debe estar este cuadro para que mi madre se sienta orgullosa?”. El destino de la obra no fue una casualidad; su lugar en el Vaticano se convirtió en un símbolo de mi admiración y gratitud hacia ella, pues la entrega de esta pieza a su santidad representaba no solo un logro artístico, sino también un tributo personal a quien siempre me apoyó en mi camino. Para mí, este acto fue una forma de honrar su memoria y su legado, sintiendo que ese momento de trascendencia le daba el reconocimiento que ella siempre soñó para mí.
Este camino no habría sido posible sin un buen y querido amigo, Carlos Osoro Sierra, Arzobispo de Madrid, Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española y cardenal presbítero de la iglesia del Trastevere, Roma. Gracias por todo.